Rosario Central recibió este jueves un título que, hasta hace semanas, sonaba más a rumor que a decisión institucional. En la reunión del Comité de Primera División en AFA, con Claudio Tapia y Francisco Duarte como anfitriones, se resolvió reconocer al Canalla como campeón de la Liga Profesional 2025 por haber terminado primero en la Tabla Anual. Vuelve oficialmente la figura del “Campeón Anual”, con trofeo y estrella incluida.

Desde lo deportivo, el argumento es contundente: Central fue el equipo más regular del año. Lideró la Zona B en Apertura y Clausura, y cerró 2025 arriba de todos en la acumulada con 66 puntos, cuatro más que Boca, perdiendo apenas dos partidos. Un rendimiento sostenido que pedía un premio más fuerte que un simple cupo internacional.

La decisión (y el contexto político)

El “cómo” deja ruido. La medida se tomó en un cónclave cuyo eje formal era cerrar detalles de la temporada 2026, pero el tema pasó a ser protagonista. No es menor que Central haya llegado a Buenos Aires con una delegación pesada: Gonzalo Belloso, Carolina Cistinziano, Ariel Holan, Jorge Broun y Ángel Di María estuvieron presentes para empujar el reconocimiento. Y lo lograron. En un fútbol donde las reglas cambian con facilidad, las presencias también pesan.

Las voces del Canalla

Belloso celebró la medida y aseguró que “era un plan de hace varios años” reincorporar al campeón anual. “Es una copa que faltaba, el fútbol argentino necesitaba tener de nuevo este torneo”, afirmó. Holan puso el foco en el valor simbólico: “No solamente hay posibilidades de clasificar a la Libertadores, sino de sumar una estrella para el club”. Broun fue directo: “Era injusto no tener un premio” luego del año que hicieron. Y Di María, máxima figura, sumó su primera estrella con Central en el país, casi sin palabras pero con una sonrisa que lo resumió todo.

Qué cambia desde 2026
Todo indica que se sostendrá la Supercopa Internacional (a jugarse en 2026 entre el líder anual y el ganador del Trofeo de Campeones) y que aparecerá un nuevo certamen triangular, aún sin reglamento fino. Además, desde 2026 quedará instalado un esquema con Apertura, Clausura, Copa de Campeones y Campeón Anual conviviendo como títulos oficiales distintos.

La pregunta incómoda
Premiar la regularidad está bien: es lógico y hasta necesario en un calendario de 30 equipos. El problema es otro: ¿hacía falta sumar otra estrella a un fútbol ya saturado de copas, supercopas y finales que cambian de nombre cada temporada? Argentina necesita orden y estabilidad, no más trofeos que dependen de la coyuntura. Si el Campeón Anual llegó para quedarse con reglas claras y permanentes, bienvenido. Si es una estrella “según el año”, entonces estamos frente a otro capítulo del torneo infinito.